Los topos de tierra, también conocidos como «topos de mina», son una especie de mamíferos subterráneos pertenecientes a la familia Talpidae. Dicha familia se compone de siete subfamilias y más de 80 géneros diferentes. Los topos de tierra suelen habitar en distintas partes del mundo, aunque la mayoría de ellos se encuentran en América del Norte y Eurasia. Estos animales tienen la particularidad de vivir bajo tierra constantemente, en madrigueras subterráneas que ellos mismos cavan con sus alas frontales especializadas.
Los topos de tierra son animales muy pequeños, con un tamaño que varía desde los 10 hasta los 17 centímetros de largo, y un peso que va desde los 50 gramos hasta los 91 gramos, en su mayoría. Sin embargo, hay categorías de la especie que han sido conocidas por llegar hasta los 400 gramos. Estos animales presentan un pelaje de color marrón, gris, negruzco o un tono similar con los tonos antes mencionados. Poseen unas adaptaciones físicas muy particulares, como sus alas frontales los cuales utilizan para cavar sus madrigueras, un hocico alargado y una mandíbula que les permite abrir y cerrar los túneles.
Hábitat de los topos de tierra
Los topos de tierra habitan principalmente en campos de cultivo, jardines y zonas rústicas de poca vegetación. Estos animales se sienten mejor si tienen un suelo que les ofrezca un soporte sólido en el que cavar. Así que es común encontrar a los topos en zonas donde el suelo es arenoso, arcilloso o de rocas volcanizadas. No es extraño que los topos de tierra generen un impacto ambiental negativo en sus zonas de hábitat ya que se alimentan de gusanos, larvas, semillas y raíces, que son esenciales para el suelo.
Características de la dieta y el comportamiento de los topos de tierra
Los topos de tierra son especies monógamas, es decir, viven en pareja para toda la vida. Estos animales suelen vivir solitariamente a excepción del verano, cuando se emparejan para criar. Los topos machos pueden viajar hasta 15 kilómetros para encontrar una pareja de apareamiento, mientras que las hembras se emparejan solo con los machos de su madriguera. Una vez que se ha establecido un vínculo de pareja, ambos individuos se turnan el control de la madriguera, lo que significa que la hembra y el macho ocupan la misma madriguera para descansar.
En cuanto a su dieta, los topos de tierra son comedores de insectos constantes que consumen principalmente gusanos, larvas, moscas y hormigas. Los grown-ups suelen consumir hasta el equivalente a 10% de su peso corporal diariamente, mientras que los bebés consumen escasamente el equivalente a 3% de su peso.
Curiosidades acerca de los topos de tierra
Una de las curiosidades más interesantes sobre los topos de tierra es que tienen cerca de 1.000 pelos sensoriales por centímetro cuadrado de piel, lo que les da una cantidad de sensores superior a la de la mayoría de los animales. Estos sensores les permiten detectar la presencia de depredadores o de presas próximas, así como de túneles subterráneos y madrigueras de otros topos vecinos. Además de sus habilidades sensoriales, los topos de tierra cuentan con unas almohadillas silkidas en sus alas frontales que les permiten moverse más rápido sin utilizar demasiada energía.
Otra curiosidad interesante sobre los topos de tierra es que no sufren de mordeduras y picaduras ya que los gusanos cuyas larvas emergen de los túneles de los topos les son absolutamente inocuos. El único peligro para estos animales son los rayos ultravioleta y la radiación solar de los radicales libres que se inducen en el ambiente subterráneo.
En conclusión, los topos de tierra son un ejemplar de mamíferos subterráneos que se caracterizan por sus adaptaciones físicas, su monogamia y sus curiosidades. Sus hábitats suelen ser campos de cultivo, jardines y zonas rústicas de poca vegetación. Los topos de tierra son una parte importante del ecosistema ya que se encargan de regular la existencia de los insectos, y por lo tanto, son de vital importancia para el control de la plaga.