Avispas africanas: peligros, comportamiento y cómo proteger tu hogar

Las avispas africanas (también conocidas como abejas africanizadas o abejas asesinas) son una especie híbrida formada como resultado del cruce entre la abeja africana Apis mellifera scutellata y la abeja europana Apis mellifera. Las avispas africanas son muy defensivas y, por tanto, muy agresivas, y se sabe que infligen múltiples picaduras en respuesta a una amenaza percibida. Esto las ha convertido en una plaga notoria en zonas urbanas y en la agricultura de Estados Unidos.

Tipos de avispas africanas

Los científicos clasifican a la abeja africana subsahariana Apis mellifera scutellata como una subespecie de la abeja europea Apis mellifera.. Las primeras son conocidas por su agresividad defensiva y las segundas por su comportamiento enjambre indómito. Las dos especies se combinaron para crear una nueva especie híbrida llamada abeja africanizada o Apis mellifera scutellata. También hay otros nombres para las avispas africanas, como abejas del mismo nombre, abejas de ataque o abejas asesinas.

Características físicas

Las avispas africanas son de tamaño y color similares a los de la abeja europea. Presentan las típicas franjas amarillas y negras que se encuentran en la mayoría de las abejas, aunque tienden a ser ligeramente más oscuras de color. Sin embargo, una característica física distintiva de las avispas africanas es su tamaño. Estas avispassuelen ser ligeramente más pequeñas que las abejas europeas.

Comportamiento

El atributo más llamativo de las avispas africanas es su agresividad defensiva. Estas abejas son conocidas por su naturaleza altamente defensiva; cualquier amenaza percibida, incluyendo una ligera vibración mecánica o un olor desconocido, puede desencadenarlas. Este comportamiento ha convertido a las abejas africanizadas en una plaga notoria y peligrosa en zonas urbanas y en la agricultura.

Cuando se sienten amenazadas, las avispas africanas presentan un comportamiento altamente errático. Se sabe que cambian rápidamente de un ataque de picadura a otro, a menudo en un comportamiento enjambre coordinado en el que un gran grupo de abejas ataca la amenaza percibida simultáneamente. Este comportamiento enjambre es común entre las avispas en general, pero las avispas africanas suelen ser más agresivas e impredecibles en sus ataques.

Hábitat y dieta de las avispas

Las abejas en general, incluidas las abejas africanas, necesitan un suministro constante de néctar y polen para sobrevivir. Suelen construir sus nidos en árboles muertos, ramas de árboles o grietas de rocas. Las avispas africanas, en particular, son muy adaptables y pueden construir sus nidos en zonas urbanas, incluyendo edificios abandonados, graneros y cobertizos. Se sabe que acampan en grandes colonias con varias miles de abejas.

Además del néctar y el polen, las se alimentan de insectos y otros artrópodos. Se sabe que son cazadoras muy eficientes, que utilizan sus potentes mandíbulas para capturar a sus presas. Las avispas africanas suelen preferir una variedad de insectos y artrópodos, incluyendo escarabajos, orugas, arañas y lombrices de tierra. También pueden ser muy destructivas para los cultivos agrícolas, ya que se alimentan del polen y el néctar de las flores.

Impacto de las avispas africanas en el medio ambiente

Uno de los mayores impactos de las avispas africanas ha sido en el ámbito de la agricultura. Estas abejas son muy agresivas y tienden a invadir las explotaciones y a alimentarse de los cultivos agrícolas, causando daños en el rendimiento. También se sabe que atacan al ganado y a las mascotas, causando graves reacciones alérgicas e incluso la muerte.

Además, la presencia de avispas africanas puede tener un impacto en las poblaciones nativas de insectos. Estas abejas son cazadoras muy eficaces, que utilizan sus potentes mandíbulas para capturar a sus presas. Esto puede conducir a una reducción de la población de abejas nativas y otras especies de insectos. De hecho, la presencia de avispas africanas preocupa a los conservacionistas, que temen que estas abejas se regeneren en gran número y compitan con los insectos autóctonos.

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